Autonomía tecnológica la audacia de la División Electrónica de Fate / Bruno Pedro De Alto.
Tipo de material: TextoDetalles de publicación: CABA : Ediciones CICCUS ; [Argentina] : Exi2, Espacio Ingeniería e Innovación Universidad Tecnológica Nacional, Facultad Regional General Pacheco, mayo 2013.Edición: Primera ediciónISBN:- 9789876930192 (versión impresa)
- 9789876930604 (ebook)
Tipo de ítem | Biblioteca actual | Signatura topográfica | Estado | Fecha de vencimiento | Código de barras | |
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Libro | Biblioteca Central Universidad Pedagógica | 331.101.52 D279 (Navegar estantería(Abre debajo)) | Disponible | UNI-06303 |
La empresa Fate de neumáticos es una empresa de capitales nacionales. A principios de la década de 1970 se diversificó, incorporando negocios en aluminio, a través de la empresa Aluar, y también en electrónica.
La División Electrónica fue una apuesta fuerte y atrevida: encaró la producción escalonada de calculadoras de escritorio y de mano, sistemas contables y finalmente, una computadora argentina, la Cifra 1000. Todos con componentes mayoritariamente nacionales. Tuvo un departamento de Investigación y Desarrollo con más de 100 ingenieros y científicos. Algunos habían participado del armado de CEFIBA, la primera computadora experimental argentina y otros formaron parte del Instituto de Cálculo y operado a la famoso Clementina. Fueron seleccionados por su Gerente Carlos Varsavsky, prestigioso científico de la UBA y que había sido llevado a Fate por Manuel Sadosky, el “padre” de la computación en Argentina. La división Electrónica de Fate logró en poco tiempo instalar las calculadoras Cifra como líderes en el mercado argentino y latinoamericano. La utopía de la “autonomía tecnológica” se hacía realidad.
Con el golpe de 1976 todo terminó. Dos arietes derribaron este proyecto de autonomía tecnológica: el fin de las protecciones y medidas de apoyo del Estado que recibió la empresa; y la apertura económica impulsada por el neoliberalismo del Ministro de Economía de la dictadura, José Alfredo Martínez de Hoz, permitiendo la invasión de calculadoras y computadoras extranjeras que sí tenían apoyo de sus respectivos estados. Todo agravado con un creciente clima de represión, persecución política y exilio para su protagonistas.
Contiene referencias bibliográficas (páginas 257-264).
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